Los problemas de salud mental tienen un impacto directo en los lugares de trabajo al aumentar el ausentismo, reducir la productividad y aumentar los costos de la atención médica. Sin embargo, el estigma y la falta de concienciación sobre la salud mental persisten como barreras para abordar la salud mental en el lugar de trabajo.
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra el 10 de octubre de cada año, con el objetivo de crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos en apoyo de la salud mental. El tema de este año es “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”.
Los entornos de trabajo seguro y saludable pueden actuar como un factor protector para la salud mental. Las condiciones insalubres, como el estigma, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras malas condiciones de trabajo, pueden plantear riesgos importantes que afecten la salud mental, la calidad de vida en general y, en consecuencia, la participación o la productividad en el trabajo.
Por otro lado, en el último trimestre del año, la llegada de las fiestas, el agotamiento laboral y el final de las clases pueden generar un gran estrés y afectar nuestra salud mental. Existen diversas estrategias para ayudarnos a sobrellevar esta época tan exigente del año, varias de ellas recomendadas por los médicos.
La llegada del último trimestre del año suele ir acompañada de una serie de emociones encontradas. Mientras algunos esperan con ansias las festividades y el cierre de ciclos, otros experimentan un aumento significativo en los niveles de estrés y ansiedad. Las presiones sociales, laborales y académicas se intensifican, generando un cóctel perfecto para que la salud mental se vea afectada.
La búsqueda incesante de la perfección, la comparación con los demás y la autoexigencia desmedida se convierten en factores desencadenantes que puede llevar a una sensación de desbordamiento, afectando tanto el bienestar emocional como físico de las personas.