Incendios en Río Negro: vecinos de Mallín Ahogado vieron cómo intentaban reactivar focos ígneos

Un vecino de la localidad de Mallín Ahogado, llamado Marcelo, vivió allí durante 20 años y comentó que durante ese tiempo había presenciado diversos incendios forestales, pero ninguno como el que azotó su hogar recientemente. 

Ante esta preocupación, el hombre dialogó con Daisy Ross, en Radio7 97.7, donde explicó: “Este incendio fue distinto, fue provocado, un acto intencional que marcó una tragedia no solo para mí y mi familia, sino para toda la comunidad”.

Marcelo se encuentra en un estado emocional muy delicado. En su testimonio, expresa cómo los sentimientos de impotencia, miedo y rabia se apoderaron de él mientras veía cómo el fuego avanzaba sin control hacia su propiedad, destruyendo lo que con tanto esfuerzo había construido.

“Nosotros estábamos aquí, tratando de salvar lo que podíamos, con las emociones a flor de piel, con el miedo de perderlo todo”, comentó con voz entrecortada. 

En su experiencia, los incendios en la zona suelen ser causados por negligencia, como asados mal apagados o colillas de cigarrillos olvidadas, pero, según su testimonio, las llamas no fueron el resultado de una imprudencia, sino de acciones deliberadas de personas con intenciones muy claras.

“No fue un asado mal apagado, ni una colilla de cigarro olvidada por un turista. Aquí hay focos provocados de manera intencional, y hay que decirlo con todas las palabras. Lo que más me indigna es que mientras luchamos durante toda una vida por tener una propiedad, haya gente que con sus actos egoístas nos arrebate todo, nuestras casas, nuestras pertenencias, incluso nuestras vidas”, aseguró Marcelo. 

El testimonio de Marcelo continúa relatando cómo se vivieron esos días de angustia y pánico en su comunidad  “es como ver una película, un escenario de guerra”.

“No pudimos dormir durante días, y todo lo que veíamos era fuego avanzando, la desesperación en los ojos de todos los vecinos. Es como estar en un estado de emergencia constante”, describió Marcelo, al referirse al miedo que sentían todos en la zona. “A veces sentíamos que íbamos a perderlo todo, como si ya no hubiera esperanza”.

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