El mono carayá fue rescatado en el barrio 544 Viviendas gracias al aviso de los ciudadanos que observaron al animal deambular en la medianera de una casa. A pesar de estar lejos de su hábitat, impedido de vivir con su comunidad y con profundos síntomas de vulnerabilidad en cuanto a su salud física y psicológica, el animal pudo mejorar gracias a la gran dedicación del equipo veterinario de la reserva sanluiseña.
El animal mostró una buena aceptación de su dieta, que incluyó hojas y diversas frutas, lo más parecido a lo que consumiría en su hábitat natural. A pesar de su mejoría, su situación no está exenta de desafíos, ya que el mono está muy acostumbrado a la presencia humana. Por esta condición, lo trasladamos a la reserva de la provincia vecina para que tenga la oportunidad de vivir con su especie, indicó la jefa de Fauna, Carla Ocaña Leroy.