Max Verstappen volvió a demostrar por qué es tetracampeón del mundo. Pese a la desventaja numérica que lo separa de la cima del campeonato, el piloto neerlandés no se resigna y dio un golpe de autoridad con dos triunfos consecutivos que lo reinsertan en la lucha por la corona.
El piloto de Red Bull Racing se impuso con contundencia en Monza, donde arrasó con casi 20 segundos de diferencia, y repitió en Bakú, dominando de principio a fin. Con estas victorias la 67 de su carrera y la cuarta de la temporada hilvanó por primera vez en el calendario 2025 dos éxitos seguidos, confirmando que el complejo modelo RB21 sigue siendo competitivo incluso en circuitos con baja carga aerodinámica.
Mientras tanto, McLaren no logró capitalizar las oportunidades. Oscar Piastri abandonó sin completar una vuelta, y Lando Norris no consiguió atacar con la firmeza necesaria para reducir la brecha en el campeonato.“Va a ser una amenaza, porque fueron otra vez el auto más rápido”, reconoció Norris tras la carrera, aludiendo a la amenaza latente de Verstappen.
Carlos Sainz Jr., en tanto, se erigió como protagonista al devolver a Williams al podio después de cuatro años, consolidando al equipo en la quinta posición del Mundial de Constructores. Mercedes, por su parte, superó a Ferrari y se adueñó del segundo lugar entre los fabricantes, en otra jornada gris para los de Maranello, con Lewis Hamilton y Charles Leclerc lejos de los puestos de vanguardia.
Con siete Grandes Premios y tres Sprint Race por delante, Verstappen se encuentra tercero en la clasificación general con 255 puntos, a 69 de Piastri (324) y a 44 de Norris (299). Lejos de rendirse, el neerlandés ya avisó que piensa dar batalla: *“Fue relativamente fácil”*, afirmó tras su último triunfo, mientras observa de reojo a sus rivales para calcular si aún hay tiempo para un golpe final.
