Fue la figura del triunfo de Boca, anoche ante Deportivo Pereira. Mientras jugaba fue convocado por la Sub 20. Una historia de lucha y amor por el futbol y su familia.

El chico de tan solo 18 años que hoy es la tapa de los diarios por su impresionante partido con la camiseta de Boca en la Copa Libertadores después de una vida de sacrificio y lucha.
Anoche, en su debut absoluto en la Copa Libertadores, Valentín Barco dio la cara por Boca. No solo por su salvadora asistencia en el minuto 98 que permitió el gol de Alan Varela, sino el futbolista que más duelos ganó (21), más recuperaciones (13), más faltas recibidas (8), más gambetas, más entradas y más ganas de sacarse de encima tanta angustia.
Si bien el Colo ya había debutado como futbolista profesional en la Primera de Boca en 2021 (después de firmar su primer contrato en 2020, con solo 15 años), y asomaba como la joya de la cantera, algunas irregularidades futbolísticas y por qué no rebeldías de pibe lo hicieron perder terreno.
Volvió a Reserva y de ahí debió hacerse de nuevo hasta la llegada del nuevo DT que en horas lo vio, lo eligió y le dio la oportunidad de mostrar su verdadero ser de Boca.

¿De dónde es Valentín Barco?
Valentín Barco es oriundo de 25 de Mayo, una localidad que queda a 250 kilómetros de Buenos Aires. Su historia se conoció después de su debut en la Primera de Boca, cuando se transformó en el cuarto jugador más joven en hacer su debut en el Xeneize. Entonces fue Patricia, su mamá, quien recordó entre lágrimas los tiempos de sacrificios, cuando no tenían ni siquiera para comer.
“Fue mucho sacrificio el que hicimos nosotros, a veces yo le decía a Valen que solo teníamos para el gas y el peaje. ‘No tengo nada para llevar para comprarte’”, contó Patricia, madre del futbolista, en declaraciones a TyC Sports.

¿Cuántos años tiene Valentín Barco?
Valentín Barco nació el 23 de julio de 2004, tiene apenas 18 años y desde muy chico tuvo que alejarse de su familia para quedarse en la pensión de Boca. Su ciudad, 25 de Mayo, quedaba demasiado lejos para ir y venir a entrenar. Sin embargo, no se pudo adaptar, por lo que su su mamá decidió acompañarlo cada día en semejantes distancias cada vez que tenía que llevar a su hijo a La Candela, allí donde se forman los chicos del Xeneize.
Advertido de que no podría comprarse ni un pedazo de pan, Valentín le respondía “no importa má, vamos igual, ¿te parece?”. Y allí salían. Lo que ocurría al regreso también lo contó la mamá del Colo: “Salíamos de Candela, donde le daban un sándwich y un juguito, y subíamos al auto. Él preparaba el mate y me daba medio sándwich a mí. Me decía ‘yo sé que vos tenés hambre también’, pero yo no se lo agarraba”.
Patricia se quebró en algunas partes de su relato. Con los recuerdos vivos, decía que no podía hablar, que habían pasado muchas cosas en la ruta, pero la emoción de ver a su hijo alcanzando su propósito le daba la fuerza para seguir.
“Bajábamos a echar gas en las estaciones de servicio y a veces, cuando hacía calor, yo sabía que él miraba las heladeras porque quería tomar helado, pero yo no se lo podía comprar porque no tenía y él con las manitos atrás me miraba y me decía ‘no importa, má’”.
Con información de TN