En Argentina, el lazo naranja se convirtió en un símbolo de compromiso y conciencia frente a la problemática del suicidio. Su adopción está directamente vinculada a la Ley Nacional N°27.130 de Prevención del Suicidio, sancionada en 2015 y reglamentada en 2019, que declara de interés nacional la atención biopsicosocial del suicidio y la reducción de los factores de riesgo asociados.
La normativa contempla medidas de concientización y difusión pública, y en ese marco el color naranja fue establecido como emblema oficial para visibilizar y unificar las acciones preventivas** en todo el país.
Desde la psicología del color, el naranja representa energía vital, esperanza, calidez y contención comunitaria. Por ello, su uso busca transmitir un mensaje de vida y acompañamiento, valores esenciales para enfrentar el estigma y el silencio que históricamente rodearon al suicidio.
El lazo naranja no solo simboliza el compromiso con la prevención, sino que también invita a las municipalidades, instituciones y organizaciones a incorporarlo en campañas y actividades, reforzando así la importancia de construir una sociedad más empática y solidaria.
