“Tenemos que retomar el camino iniciado en 2015″, dijo el jefe de Gobierno en el discurso inaugural de un nuevo periodo y el último de su mandato. “Este 2023 es mi último año de gestión en la Ciudad y, la verdad, es un momento muy emotivo para mí”.

“Como cada año, vengo con una satisfacción profunda por las grandes transformaciones que venimos logrando juntos. Sin embargo, este es un año distinto y tengo que admitir que, además del entusiasmo, hoy también me invade un poco de nostalgia. Este 2023 es mi último año de gestión en la Ciudad y, la verdad, es un momento muy emotivo para mí”, dijo Rodríguez Larreta.
Para ilustrar sus resultados, convocó a un grupo de 13 vecinos “en representación de los tres millones de porteños” a quienes “le mejoramos la vida”. Les agradeció por participar en su última rendición de cuentas y mencionó a varios de ellos en sus ejes de gestión.
A lo largo de su discurso, el dirigente de Juntos por el Cambio utilizó el acto institucional para exponer su proyecto presidencial. En su análisis, vinculó la “grieta” y las “décadas de división” entre la oposición y el kirchnerismo -sin mencionarlo- como la causa principal de los problemas del país, y se posicionó en otros aspectos de proyección nacional, entre ellos, la condena a las “dictaduras de la región” y la invasión rusa a Ucrania, o el conflicto con los grupos mapuches en la Patagonia.
“La Argentina lleva años sin crecer ni avanzar. Cada paso que damos para adelante nos lleva después dos pasos para atrás. Los cortos períodos de crecimiento no se sostienen porque se construyen desde la división y no desde la unidad. Y así, cada gobierno que asume deshace todo lo que hizo el anterior y nunca se resuelven los problemas de fondo, que nos terminan llevando a una crisis peor que la anterior. Esto es así porque la única constante en esta historia es la división. Décadas de peleas generadas por políticos que hicieron campaña a costa de enfrentar a argentinos contra argentinos”, expresó.