Es la segunda localidad de San Luis en la reciben a cientos de miles de personas para ser parte de actividades y demostraciones de fe. El miércoles 3 se celebrará la misa central presidida por monseñor Barba y luego será la procesión alrededor de la plaza Granaderos Puntanos.

Renca, uno de los estandartes de la fe en San Luis, se encuentra ubicada a 120 kilómetros de la ciudad Capital. En este pueblo, la historia hizo su papel y con similares características a Villa de la Quebrada, también se encontró una figura de un Cristo que es venerado desde su aparición por personas de todo el país.
Denominado “Señor de los Milagros”, el Cristo de Renca recibe a peregrinos que buscan cumplir sus promesas y otros que van en busca de su ayuda y protección.
Renca posee una de las capillas más antiguas de San Luis. Su fecha de construcción data del año 1732 y fue el primer refugio de los pobladores de este complejo montañoso del noreste provincial.

LAS ACTIVIDADES PREVISTAS
El lunes, a las 6 de la mañana, partirá la clásica y representativa Caravana de la Fe, que se hace desde hace más de cuarenta años. Para esta oportunidad, se espera a más de 500 ciclistas, que partirán desde Villa Mercedes y arribarán a la localidad a las 16 horas.
El martes 2 de mayo está previsto que llegue la XXI Cabalgata de la Fe, que saldrá el día anterior desde la estancia Don Sixto y Tío José. Participarán más de treinta jinetes, entre los que habrá jóvenes y niños.
El mismo día se hará una peña en el escenario que estará en el atrio de la capilla, con la presentación de artistas de la zona y de provincias vecinas. A las 21:30 se realizará la procesión de antorchas encabezada por la imagen de la Virgen de Luján y finalizará a las 12, cuando las campanas anuncien el inicio de la fiesta del Cristo.
El miércoles 3 se celebrará la misa central oficiada por monseñor Barba y luego será la procesión alrededor de la plaza Granaderos Puntanos.
UNA LEYENDA QUE CAMBIO LA VIDA DE RENCA
Cuenta la leyenda que un indio ciego hachaba un espinillo en un bosque cercano a Renca cuando sintió su rostro salpicado por la goma o savia del árbol. Repentinamente recuperó la vista, arrojó el hacha y se puso a buscar lo que le había causado aquella sensación rara, tropezando con un pequeño Cristo en el hueco carcomido del árbol. Desde entonces todo cambió para siempre en ese poblado.
La capilla fue levantada en 1732, es una de las más antiguas de la provincia, con la llegada de los padres jesuitas que provenían de Chile del pueblo Renca y que trajeron consigo algunos fragmentos de las sagradas astillas de la venerada cruz e imagen de Cristo encontrada por un indio en el bosque Chileno labrada en un árbol.

Esto daría el origen al nombre de la localidad “Renca” que proviene de una especie vegetal. En abril de 1947 el poeta polo Godoy Rojo publicó un artículo en el diario “El Heraldo de San Luis” donde señala que la capilla antigua, modestísima construcción de adobe, hallándose deteriorada de tal manera que se hacía necesario derrumbarla a fin de evitar males mayores.
Mientras tanto, el Señor de Renca quedaba provisoriamente depositado en una pieza cedida por el Sr. Bernardo Domínguez. En 1764, el Obispo Alday Aspee la elevó a categoría de Parroquia, siendo su primer Párroco el Pbro. Juan Francisco Regis Becerra, quien ejerció su apostolado en ese lugar durante casi 50 años
En el costado Este de la actual Parroquia existe un monolito que sita en su Placa que allí existió la Primer Capilla que citamos. El edificio del templo es una nave rectangular modulada con relieves de columnas con capitel y arcos rebajados adecuados al ángulo del cielorraso de techo a dos aguas.
La fachada repite los relieves de columnas donde cuatro coinciden con el frontispicio triangular y dos con el borde de la edificación, el paño que están con el conjunto central coinciden con el de los campanarios laterales. Estos están compuestos de prismas rectangulares calados con abertura de arcos de medio punto en todas sus caras y remate piramidal.
La fachada presenta una única puerta, acceso principal, también con arco. La imagen del Cristo está expuesto, a la derecha del altar en un baldaquín formado por columnas de fuste en mármol ónix y capiteles dorados que sostienen una cúpula de base octogonal.