Este martes, gobernadores de distintas provincias argentinas mantuvieron un encuentro en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde, además de avanzar en proyectos estratégicos de desarrollo, expusieron su creciente preocupación por la sostenida caída en los fondos de coparticipación federal. El gobernador de San Luis, Claudio Poggi, participó activamente de la reunión, en la que se abordaron también las dificultades que enfrentan las provincias para sostener el funcionamiento de la infraestructura pública.
El encuentro, que se desarrolló en un clima de cooperación, puso sobre la mesa el complejo escenario económico que atraviesan las administraciones provinciales. Los mandatarios coincidieron en la necesidad de sostener el diálogo y la planificación conjunta con el CFI, pero también plantearon la urgencia de encontrar soluciones estructurales frente a la disminución de los recursos que llegan desde Nación a través de la coparticipación.
“La caída de la coparticipación afecta directamente nuestra capacidad para garantizar servicios esenciales, mantener escuelas, hospitales, rutas y obras clave para nuestras comunidades”, sostuvo Poggi tras el encuentro. En este sentido, el gobernador remarcó que San Luis, como muchas otras provincias, está haciendo un esfuerzo extraordinario para sostener el equilibrio fiscal sin desatender las obligaciones básicas del Estado.
Además, durante la reunión se abordaron líneas de trabajo conjuntas con el CFI para continuar avanzando en programas de asistencia técnica, financiamiento para proyectos productivos y obras de infraestructura, con un fuerte foco en la eficiencia energética, la conectividad y el agregado de valor en origen.
Desde el CFI, se comprometieron a reforzar el acompañamiento a las provincias y a canalizar herramientas que permitan amortiguar el impacto de la retracción de recursos nacionales, impulsando una agenda de desarrollo sustentable y federal.
La jornada dejó en claro que, más allá de los signos políticos, los gobernadores comparten una misma preocupación: garantizar la gobernabilidad en sus territorios frente a un contexto económico cada vez más restrictivo.
