Napoli empató 1-1 con Udinese en el Friuli y, de esta forma, logró el punto que necesitaba para gritar campeón de la Serie A y hacerse con su primer Scudetto en 33 años sin la presencia mágica de Diego Armando Maradona.

Hubo fiesta en el Norte de Italia, en el Dacia Arena, donde llegaron miles de tifosi y también en el estadio que lleva el nombre de D10S, donde hubo más de 50 mil fanáticos viendo el partido en pantallas gigantes.
Para Spalletti también es un hito en su carrera. Es la primera vez que el italiano logra cosechar una Serie A. A sus 64 años, el entrenador fue el arquitecto de un equipo que pasará a la historia y que será muy difícil de olvidar.

Los festejos en Nápoles son lo que se esperaban: alocados y masivos. Y es que tras tantos años de luchar con los problemas financieros y deportivos (llegó a jugar en la tercera categoría de Italia) ver pasar el Scudetto por delante de sus narices, finalmente pudo cortar la maldición.
Seguramente, Diego, el artífice de los otros dos títulos, debe estar festejando desde el cielo.