La ex diputada Anabela Lucero ingresó con una sonrisa al recinto judicial. Iba acompañada por su pareja, el actual diputado provincial Joaquín Beltrán. Al salir, los rostros denotaban preocupación y bronca. A ella le dispusieron un embargo por $300 millones y le prohibieron salir de San Luis.
A Lucero y a su pareja los acusan de haber organizado y llevado adelante diversos delitos que tienen que ver con el vaciamiento que perpetraron en el Molino Fénix de Villa Mercedes.
Además de Lucero y Beltrán, también quedaron imputados el hermano de este último, Enzo Lucero; a su cuñado, Exequiel Scarel, y a Diego Torres.

El fiscal, José Olguín acusó a Anabela Lucero, Beltrán, Scarel, Enzo Lucero y Torres por nueve hechos delictivos de peculado, hurto y administración fraudulenta, los cuales describió uno por uno y en algunos casos expuso los registros fílmicos que acreditaron esos momentos.
Al finalizar la extensa jornada, Lucero y compañía salieron con gestos adustos y sin las sonrisas con las que ingresaron. “Es una obsesión en mi contra”, atinó a decir sin demasiadas explicaciones ante la prensa.
