Luego del asesinato de un colectivero en La Matanza, atacaron a trompadas y piedrazos al ministro de Seguridad, Sergio Berni. Vivió en carne la propia la bronca y el hartazgo de la gente que ya no aguanta la inseguridad.

Berni recibió en su piel la bronca y el hartazgo de los colegas del chofer que fue asesinado de un tiro en La Matanza. Están hartos de ver cómo mueren choferes por la inseguridad que acecha las calles. El chofer tenía 65 años y estaba a un mes de jubilarse. Había manejado por 30 años y terminó asesinado con un tiro en el pecho por ladrones.
En medio de todo el dolor, los colectiveros protestaron y el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, fiel a su estilo, llegó en helicóptero, se bajó y caminó como un superhéroe. No alcanzó a pronunciar ni diez palabras que ya le comenzaron a pegar.
Asustado retrocedió y buscó refugio en sus colaboradores, pero igualmente recibió insultos, trompadas y una piedra en su cara.

El dolor por la muerte de Daniel Barrientos
El colectivero tenía 65 años, y le quedaba un mes para jubilarse. Hacían ya 30 años que trabajaba de chofer. Fue muerto de un disparo en el pecho por ladrones que subieron a su unidad escapando de la policía.
Por el asesinato de Pedro Daniel Barrientos, los choferes protestan en el cruce de General Paz y Ruta 3, e interrumpieron el tránsito en la traza de la autopista porteña en ambos sentidos.