Quien habló fue Monseñor Oscar Ojea. En un mensaje al arco político puso como ejemplo al Papa Francisco y pidió que se abran al diálogo.

Desde la Iglesia emitieron un documento crítico hacia la dirigencia política en el que apuntaron que “todos gritan y nadie escucha”.
En el marco de la 122° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, la celebración de la Eucaristía presidida por su presidente, monseñor Oscar Ojea, finalizó con un texto que leyó a los presentes en el que destacó que “vivimos una cultura en la que todos gritan y nadie escucha”.
“El Papa Francisco pone en práctica estas actitudes en su diálogo con los jóvenes en el documental “Amen, Francisco responde”. Allí lo vemos “entrar” en la conversación en la que chicos y chicas ya están compartiendo. El Papa se integra como uno más en la charla”, explicaron.
“Francisco participa de el con un estilo humilde, que lo hace cercano, sabiendo que vivimos una cultura en la que todos gritan y nadie escucha. El Papa los escucha. Esta es una actitud profética, no demagógica. Llega y se sienta a escuchar. No va a bajar línea, se integra en la conversación y escucha largamente”, insistieron, marcando las fuertes diferencias actuales con la dirigencia política local.
“El Papa se preocupa por empatizar con el interlocutor. Comienza valorando en ellos lo que puede valorar y luego expresa serenamente el pensamiento de la Iglesia sin imposiciones. Dice lo que sabe y lo que puede expresar”, agregaron en el documento.