Por estas horas, el presidente Alberto Fernández cumple al pie de la letra lo que le marcan sus asesores políticos: modificó sus outfits y el saco y la corbata ya no son una constante. Incorporó el sweater negro y recibe a artistas del momento. Se arremanga la camisa y participa de timbreos en barrios populosos. Anota en un cuaderno lo que la gente le dice y pide. El 14 de noviembre se acerca y el objetivo es uno solo: MEJORAR LA IMAGEN. Como sea.

Pero, sumado a esto, por estas horas en Casa Rosada se trabaja intensamente en la organización del acto del 17 de octubre en donde Alberto Fernández sería el único orador. ¿Participará Cristina?. La grieta política entre el Presidente y su Vice parece abrirse aún más ya que nadie del massismo o cristinismo participan de la organización.

Fernández se juega la última carta de cara a las generales del 14 de noviembre y deposita su confianza en el jefe de Gabinete, Miguel Manzur para apuntalar su imagen e intentar revertir el enojo social que existe en la sociedad argentina.

El Jefe de Gabinete, ya logró reunir a los principales referentes de los gremios. Quedó todo arreglado y, más allá de algunas declaraciones aisladas, los gremios estarán el 17 agitando banderas en un claro respaldo a la gestión del Presidente.

En las últimas horas se definirán cuantos gobernadores también saldrán en la foto de “unidad” que se prepara para ese día. Pero, más allá de los respaldos políticos, habrá que ver si Cristina Fernández movilizará a su gente para acompañar y si querrá ubicarse para “la foto”.

Quizás lo más difícil será contar con los movimientos sociales y piqueteros que luego de la carta de la Vicepresidenta, y rápidos de reflejos, se guardaron al silencio y especulaban con la idea de generar una marcha, pero un día después, el día 18 de octubre. En las últimas horas, Manzur logró reunirse con sus líderes y es casi un hecho que la participación de las agrupaciones sea visible el 17.

A 40 días para las generales, todas las miradas apuntan al mejoramiento del humor social, con una batería de beneficios pensados para el alivio del bolsillo del ciudadano común. Hay plata y beneficios en cada esquina.

“Hay que llenar de plata los bolsillos de la gente”, es la frase que economistas, analistas políticos, candidatos y periodistas repiten a diario. El tema vendrá después de las elecciones, con una economía cada vez más resentida, con el dólar atado con alambre, el postergado acuerdo con el FMI y un fin de año en el que ya se asoman aumentos e incertidumbre.

Mientras tanto, las encuestadoras de todo el país segmentan o amplían sus muestras para develar los movimientos, el humor político y la carga de evidencia electoral como un verdadero sismógrafo social.

El fuerte temblor que sacudió la Casa Rosada y al país casi en su totalidad aún se recuerda. El objetivo del Gobierno Nacional es impedir que ese sismo político se convierta en un verdadero terremoto.

Por Gustavo Díaz. – Director Periodístico Postdata

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