La campaña muestra situaciones como estas. El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se emocionó hasta las lágrimas al abrir unas canillas en Charata. Celebró la llegada del agua, una obra que evidentemente debería estar funcionando hace muchos años atrás.

Capitanich y otro momento para el archivo

“Quienes gobernamos también necesitamos el afecto y el reconocimiento de las cosas que se hacen, porque estas obras tardan mucho tiempo, cuestan mucho dinero y es un gran esfuerzo para toda la sociedad. Por eso yo siento mucha emoción de estar acá en Charata, porque esta obra costó mucho”, afirmó Capitanich sin ponerse colorado.

La ciudad de Charata tiene 107 años y recién ahora logra acceder a la red, en la mitad del tercer mandato de Capitanich como gobernador, lo que le generó duras críticas. “Nosotros no queremos hacer un acto ni nada, queríamos solamente abrir la canilla”, dijo Capitanich.

Desde la oposición le salieron al cruce y advirtieron que la obra de agua potable en Charata no está terminada. “La obra del acueducto no está terminada. Hablen con cualquier charatense, de cualquier partido político. Les va decir eso o miren la toma de agua en puente no está conectada. Solo es parte de prensa y relato”, afirmó el diputado radical Livio Gutiérrez.

Fuente: La Política On Line

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