El informe económico “Perspectivas Económicas Mundiales” que emitió este martes el Fondo Monetario Internacional, da cuenta de la preocupante realidad que atraviesa Argentina. El País tiene 48,4% de inflación.

Este porcentaje es sólo superado por Venezuela 2.700%-, Sudán -115,5%- y Surinam 48,6% y no se encuentra lejos de Yemen 45%- y Zimbabue 41%-.
“La inflación asusta”, dice el informe que se dio a conocer en la mañana de este martes y ya motivo de preocupación en el Gobierno Nacional.
El FMI hizo un estudio a nivel mundial de la realidad económica y la marcha de los precios que se observa y que se incrementaron en gran medida durante la pandemia.
Argentina se ubica en la parte alta del ranking que detalla a los países con inflación de dos dígitos y se encuentra en el cuarto puesto entre los 26 países que no pueden equilibrar la suba de precios.
De acuerdo a lo explicado, el FMI no incluye previsiones de inflación para la Argentina, porque se considera que los pronósticos están sujetos a las negociaciones en curso, razón por la cual a los efectos de la comparación, se utilizó el último dato del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que realiza el Banco Central entre las principales consultoras y que arroja una proyección de 48,4% para el año en curso.
Excluida Venezuela, la inflación promedio en el área de Latinoamérica y el Caribe –9,7%- representaría menos de la cuarta parte de la suba que registraría la Argentina en el año en curso.
La buena noticia es que las proyecciones del organismo multilateral es que en las naciones desarrolladas la inflación volverá a un ritmo de 2% en el primer semestre de 2022, es decir un nivel en línea con los objetivos de los bancos centrales.
A contramano de la desaceleración de la inflación a la que apuesta el FMI, la suba de los precios en la Argentina se mantendría en niveles elevados, al menos según resulta del pronóstico de las consultoras para 2022: 46,2% y –si se cumple- previsiblemente logre un nuevo puesto en el tope de la tabla de los países con más inestabilidad.
Fuente: Ámbito Financiero